Monitoreo de Sequía
Monitor Regional de Sequías
El monitoreo de la sequía se puede realizar ya sea de una forma conjunta o independiente, mediante un número de índices que dependen fundamentalmente de variables meteorológicas (precipitación y temperatura superficial), hidrológicas (humedad del suelo) y de condición de la vegetación (VHI y evapotranspiración). Los monitores nacionales de sequías utiliza una metodología que considera la información de cada una de estas variables, además de una estimación conjunta de precipitación y evapotranspiración. De esta forma, el seguimiento de la persistencia de la sequía se puede realizar con cinco índices fundamentales, dándoles una ponderación diferente en función de la importancia espacio-temporal. Estos índices son estandarizados de tal manera que sea fácil su combinación, derivando de ello un índice de persistencia de la sequía (IPS) a través de una integración algebraica ponderada. El valor de la ponderación de cada índice se realizó en función de la importancia obtenida mediante un análisis de componentes principales. Los índices utilizados fueron:
- el índice estandarizado de precipitación (SPI),
- el índice estandarizado de temperatura (STI),
- el índice estandarizado de humedad de suelo (SSMI),
- el índice de salud de la vegetación (SVHI), y
- el índice estandarizado de precipitación y evapotranspiración (SPEI).
Habiendo calculado los índices necesarios para el monitor en cada punto de observación; se aplican dos aproximaciones para asignar pesos a los índices de las variables analizadas, que se integrarán en el monitor de sequía. La primera aproximación considera asignar pesos homogéneos a cada uno de los cinco índices de las variables consideradas (precipitación, temperatura, humedad del suelo, VHI y SPEI) y obtener un promedio aritmético, con el fin de observar el comportamiento de la integración de las capas, con respecto a casos históricos de sequía, considerando diferentes lapsos de tiempo (1, 3, 6, 9 y 12 meses).
Monitor de sequía = [0.20*SPI + 0.20*SSMI +0.20* SVHI +0.20*STI +0.20*SPEI]
Una segunda aproximación toma en cuenta hallazgos obtenidos en investigaciones previas y que también pueden ser adaptadas para el país luego de aplicar los componentes principales al grupo de índices de las variables con el fin de identificar y asignar, en una primera instancia, mayor peso a las que explican la mayor cantidad de la varianza total. Un ejemplo, para el caso de un lapso de 3 y 6 meses el orden de relevancia de los índices identificado es: SSMI, STI, VHI y SPI. En algunos casos se encontró que la variable que tiene mayor influencia en los resultados de sequía es la humedad del suelo y la que menos incidencia presenta es la precipitación.
Finalmente, la metodología del monitor de sequías nacional considera productos en datos de malla de alrededor de 25km de resolución espacial y calculada para diferentes períodos: 1, 3, 6, 9 y 12 meses; donde la salida a un mes corresponde a la situación actual de los procesos de sequías y los demás periodos permiten hacer un análisis de la persistencia y evolución del proceso. A seguir, se muestra un esquema del cálculo del índice de sequías, hasta la producción de los resultados que están disponibles en esta plataforma.
El monitor regional de sequías del Oeste de Sudamérica (OSA) es elaborado a partir del ensamble de los monitores nacionales de sequías de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile.
Los valores del monitor nos permiten identificar la intensidad de sequía y clasificarla de acuerdo con cinco categorías. Se emplea la misma clasificación de intensidad de sequías del Monitor de sequías de Norteamérica, y al graficarlo en los mapas, la misma escala de colores.
Los niveles de intensidad de sequías en los que se clasifican los valores de monitor son:
¿Qué es la sequía?
La sequía se puede definir como la disminución de los recursos hídricos durante un período suficientemente prolongado, que afecta una determinada región y que trae consecuencias socioeconómicas adversas. La afectación se da en función de que tan preparada está la población o el sistema para hacer frente a estas condiciones, así como de las características de las actividades económicas de la región, específicamente, en relación a su consumo de agua.
En cuanto al fenómeno físico, esta puede ser clasificada en tres:
Meteorológica: cuando hay déficit de precipitaciones. Se define en función del grado de sequedad en comparación a una cantidad “normal” o media. Incluye también la duración del periodo seco. Es específica para una región.
Agrícola: se considera cuando la cantidad de agua no cubre los requerimientos de las actividades agropecuarias. Este tipo de sequía vincula la meteorológica y la hidrológica (escasez de precipitaciones, déficits del suelo, reducción de aguas subterráneas, etc.). Depende también de las características biológicas específicas de las plantas y de las características del suelo.
Hidrológica: también está asociada a periodos de escasez de precipitaciones, pero llegando a déficits en el suministro de agua superficial o subsuperficial (caudal, corrientes, niveles de lagos y aguas subterráneas). Se puede definir a escala de una cuenca hidrográfica, por ejemplo. Suelen estar desfasadas de las meteorológicas y agrícolas, ya que demoran más en aparecer en los componentes del sistema hidrológico.
Además del fenómeno físico, puede ser analizada sobre la perspectiva de la oferta y demanda, y tener otra clasificación:
Socioeconómica: cuando la reducción en la cantidad de agua afecta a la economía. Asocia a la oferta y demanda de algún bien económico. Se relaciona con todas las anteriores, pero se diferencia debido a que su incidencia depende de oferta y demanda. Afecta, por ejemplo, la producción de energía hidroeléctrica, la disponibilidad de agua para consumo, los precios de los alimentos, etc.
Entre las causas de la sequía se puede mencionar principalmente el déficit de precipitación. Sin embargo, hay algunos otros factores que pueden también contribuir, como por ejemplo el aumento de las temperaturas del aire y los cambios en los patrones climáticos. Además, otras condiciones ambientales, como deforestación, erosión del suelo y humedad del suelo pueden ser relevantes para el desarrollo e incremento de la sequía. Por último, aún se puede resaltar el rol antrópico que puede potencialmente agravar condiciones de sequía como una inadecuada gestión del agua, así como la diferencia entre la oferta y la demanda de agua en determinadas regiones.